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Mi loco acosador: Capítulo 2

Hola! perdón la tardanza = =u es que entre tantas cosas, se me va luego el avión de en que estoy xD
*a* espero les guste! disfruten y comenten! *A*


Capítulo 2: El chico nuevo

-Naeki Ryusei-  leyendo en un papel.
-Aquí- levantando la mano.
-Nakahara Yui- leyendo en el mismo papel.
-Aquí~- levantando la mano.

-Nazai Nomi- leyendo en el mismo papel.
-Ausente- dicho por todos.
-¿Otra vez se ausentó?- negando con la cabeza y anotando algo en el papel. –Minado Shirei-
La profesora estaba pasando lista, como de costumbre tras haber dado el timbre de entrada. Sin embargo, creo que nadie se había dado cuenta de la inusual falta de presencia de uno de los chicos con mayor promedio, yo.
Tal vez Yuto se hubiese fijado, eso claro si no estuviera enfermo tras haber comido algo que le hizo daño. El pobre estaba con un dolor de estómago terrible y había anunciado que faltaría el día de hoy. Yo, por otro lado, me encontraba atrapado aquí, a 2 calles de mi escuela, entre los brazos de un maldito lunático escapado del manicomio.
-¡mmh~!- intentaba quitarlo del frente, pero lamentablemente mis fuerzas no eran suficientes para poder alejarlo de mí.
-Mmh~ - movía sus labios contra los míos. Así es, estaba siendo besado por ese idiota, enfermo, loco, maniaco que no tenía nada mejor que hacer que acosarme. Lo peor del caso es que, ahora no simplemente se limitaba a observarme. Desde el incidente de ayer por la noche, me había emboscado hoy en la mañana para agarrarme. Y, desde que me detuvo acá, no ha hecho más que besarme y besarme hasta el punto de asfixiarme.
-¡mph! ¡Ya~~!- apenas pude pronunciar cuando me soltó. Mis labios estaban tan rojos por la manera salvaje con que me los succionaba, que si me viera al espejo, juraría que traería los labios pintados de paleta tinta bocas.
-¡No!-  dijo de nuevo, esta vez tirándome al suelo y alzando mis manos. –Te dejaré muy marcado que es lo que la persona que te quiere puede hacer.- sonrió, acercándose de nueva cuenta y aprisionando mi boca de nuevo.
” ¡NO!” pensé, si esto seguía así, terminaría por violarme aquí mismo. ¡Que alguien me ayude! ¡No quiero ser víctima de un loco acosador que, aunque guapo,  me estaba forzando a hacer cosas que me estaban asqueando por completo!
-¡Daiki!- se escuchó una voz al inicio de ese callejón. Nosotros estábamos al fondo del lugar, ese chico me había arrastrado hasta ahí con fuerza sobre humana.
-¡Daiki!- otra voz se oyó.
-¿Estás seguro que lo viste por acá?- parecía que se acercaban. ¡No! ¡No quería que alguien me encontrara en ese estado!
-¡Te lo aseguro! Además dijo que tenía que comprar dulces para el dúo, ya sabes cómo se ponen de inquietos cuando se aburren.-
-Si no nos apresuramos y lo encontramos, nosotros terminaremos mal~. ¡Andando! Ko-chan se está desesperando por ver a su hijo perdido-
Estaba temblando, no quería que me vieran así, pero la buena fortuna me sonrió y aquellos chicos parecieron alejarse con rapidez, pues su correr ya se oía lejos.
De tan centrado que estaba en que ellos no me vieran, no me percaté que el chico sobre mí, ahora se encontraba sentado en mi abdomen, volteando ligeramente la cabeza hacía la posición donde esas voces se habían oído.
-Maldición~- susurro, haciendo que me girara para verle. –Se me había olvidado~- volvió a susurrar y se giró a verme- Te veo más al rato, debo de hacer algo antes.- sonrió y se levantó, corriendo a prisa al lado contrario de la salida, trepando por una pared de malla y desapareciendo al otro lado de ésta, sin dejar huella.
Me quedé tirado, alterado, extrañado y preocupado. Pero al percatarme de la hora, dejé de pensar en lo que había pasado y salí corriendo para llegar al menos a la segunda hora de clases.
Afortunadamente nadie se dio cuenta de que no estaba… Y al ir a hablar con la profesora me dijo que no importaba, que pidiera los apuntes de la clase a la cual falté y que no me repercutiría en mis calificaciones. Si tan solo supiese que al único a quien le pido los apuntes es Yuto~, ahora no sé a quién más pedirlos. Es más, ni si quiera estaba al tanto de cuáles eran los nombres de mis compañeros. Un problema más.
-Aunque no son muchos los apuntes.- la profesora me sonrió. –Hoy acaba de ingresar un nuevo compañero que esta mañana se presentó.- terminó por decir.
Sinceramente no me había percatado de que había nueva gente en el salón. Aunque, eso explicaría la bulla que se armó cuando el descanso comenzó. Las chicas del aula comenzaron a hacerse bolita al frente, supongo rodeando al nuevo individuo. Además gritaban “Kyat” y “lindura” por todos lados.
-No es mi día~- susurre en el baño, viéndome en el espejo y notando una pequeña marca en mi cuello. -¡¿Qué rayos?! ¡¡ ¿CUÁNDO ME LA HA HECHO?!!- grité exaltado y tratando de quitarla sin mucho éxito. Es más, por haberla rascado ahora era más grande y de un tono casi morado.  – ¡Al diablo!- eché agua al espejo que ninguna culpa tenía de mi desgracia, y terminé por subirme el cuello de la camisa bien y acomodarme la corbata.
-¡Gracias!- oí que alguien entraba, no puse mucho cuidado. Aquella persona pasó a mi lado y se fue a mirar al otro espejo.
Al terminar de atar la corbata, escuché unos sollozos a mi costado. Era el chico que hace poco entró quien los emanaba. No quería meterme en líos, problemas o en situaciones en las cuales te conviertes en un oyente de penas ajenas, así que lo ignoré y comencé a caminar. Pero en cuanto estaba por salir del baño, otros chicos de grados superiores entraron.
Me detuve para darles paso, en esta escuela, los de grados superiores usualmente intimidan a los menores, por eso es mejor evitarlos o mantener la cara gacha para que no te hagan nada. Si bien no me gustaba perder, tampoco es que me metiera en conflictos innecesarios de los cuales poca ventaja tenía. Pero se me olvida el minúsculo detalle de que, sea quien sea que estaba llorando en a mi lado, no conocería las reglas de esta escuela si no había dejado de llorar cuando ellos entraron.
Mi conciencia me detuvo. No era propio de mí ayudar innecesariamente, pero incluso cuando alguien molestaba a Yuto me enojaba y respondía. ¿Y por qué? Incluso yo quería saberlo.
-Oye… ¿Qué hace una niña acá?-
-Mira, mira, es un niño~ - comenzaron a molestarlo de seguro.
-N-No…- aquel chico hablaba entrecortado, tomando aire para calmarse y de seguro también por nervios. Sin embargo, ahora sería molestado por esos mayores.
Apreté los labios, no sabía que hacer exactamente. Si lo dejaba me iba a sentir pésimo, pero si hacía algo para ayudarle, me iría mal. En todo caso, es su culpa por estar llorando ya estando en preparatoria, así que no era de mi incumbencia lo que le hicieran. Dejarlo es lo mejor, sí, eso hubiese sido lo mejor pero, ahora, estaba corriendo desesperado al salón de teatro, tomando una máscara cualquiera y volviendo a toda prisa hasta el baño.
Cuando llegué, ya estaba siendo arrinconado aquel chico, así que como pude, me puse la máscara, saqué una manguera, los mojé a todos y tome al chico del brazo para salir huyendo del lugar. Esperaba que no nos siguieran y efectivamente no pudieron seguirnos. Lo llevé hasta la parte trasera de uno de los edificios, descansando y respirando.
-No puedo creer que lo hiciera- me deprimí, negando con la cabeza y quitándome la máscara. –Soy un idiota- me asomé, no estaba seguro si de verdad habíamos escapado- Parece que no viene nadie.-
-Esto…- y al fin habló el chico llorón. –G-Gracias.-
-No agradezcas… Gracias a ti ahora debo estar en problemas- arrugué la nariz, sin voltear a verle.
-……….- y de seguro, como la mayoría de personas, se sentiría culpable o se ofendería. Me tenía sin cuidado ya. –Sólo te agradecí por haberme ayudado, lo que a continuación te pase no es mi problema- Y sus palabras, me dejaron si palabras.
Al voltear, pude observar bien al chico. Parecía mucho menor a mí, debido a su apariencia algo delicada y su baja estatura. Llevaba el uniforme muy bien arreglado, además de estar humedecido claro por el agua que eché, pero aun así debía admitir que era… lindo.
-De acuerdo…- susurré.
-Ah~ estoy empapado.- se comenzó a sentir por todos lados.- ¿No tienes un atuendo de más que me prestes? Sinceramente no quiero andar escurriendo por toda la escuela, y si permanezco así probablemente pescaré un resfriado. – hablaba en un tono amable.
Me quedé incrédulo, viéndole. Ahora habla amable, hace rato lloraba pero de pronto habla de manera fría y algo grosera. Es un chico…
-¿Bipolar?- digo sin percatarme que lo dije en voz alta. Cubriendo mi boca cuando me di cuenta.
Ese chico solo volteó, me observó cómo inspeccionando y suspiró. –No soy bipolar, solo trato a las personas como me tratan- sonrió – Si me tratas bien, estamos igual, si me tratas mal no esperes rosas de mí y si me tratas bien pero aparentas otra cosa, lo mismo va para ti- se cruzó de brazos, observándome.
No entendí su punto ¿A que va con eso? Pero antes de poder preguntarle, noté como temblaba un poco. Suspiré y lo conduje hasta mi casillero. Tal vez no tenía otra ropa, pero debía de ayudarle un poco, por eso, saqué unos pañuelos que tenía guardados y le ayudé a secarse en el baño de abajo, quitándome mi suéter y entregándole para que al menos no tuviese frío.
-No vuelvas a meterme en problemas niño- suspiré, terminando de secar su cabello.
-Chinen Yuri…- me dijo agachado, debido a que le frotaba la cabeza con un paño.
-¿Eh?- dejé de hacerlo, viendo como alzaba el rostro haciendo un puchero.
-Soy Chinen Yuri… Recuérdalo. No pienso repetirlo.- desvió la mirada.
Estaba de nuevo comportándose como hace rato, seco, frío, pero a la vez amable. Este chico si es bipolar y a mí no me engaña.
-¿Y tú nombre?-
-¿Eh? ¡Ah! Yamada Ryosuke- sonreí, escuchando el timbre de entrada. – ¡Oh no! ¡Se me hace tarde! –tomé mis cosas y comencé a correr.
-E-Espera… ¡Espera! Estamos en…- apenas oí, siguiendo con mi camino.
-Hasta pronto Chinen-kun ¡Espero verte de nuevo!- me despedí  corriendo a toda prisa y llegando al salón de clases.
Poco a poco vi cómo se iba llenando, desviando la vista a la ventana y suspirando. Ahora que lo recordaba, nunca antes me había preocupado por ayudar a alguien más que a Yuto, en definitiva algo iba mal conmigo en este día.
-Te dije que esperaras- escuché una voz a mi lado, volteando a prisa y viendo a Chinen al frente mío. –Vamos en la misma clase… ¿Siempre eres así de despistado? –rió y luego me extendió la mano. –Un placer conocerte, Yamada Ryosuke.-
-Ah… si…- tomé su mano, sacudiéndola y luego él dirigiéndose a su asiento.
Obviamente los murmullos no faltaron, pero mientras no me cause problemas todo estaba bien, además, no creo que pase nada por haberle ayudado, ¿O sí?
-Que linda chamarra ¿Es tuya? Huele bien-
-¡Es de Yama-chan! Me la dio luego de ayudarme con unos tipos malos… Huele a él-
Y eso me hizo darme cuenta que, por algo no ayudaba a las personas. Ahora, todos me observaban y sentía que esto apenas comenzaba.
Luego de terminadas las clases, comencé a acomodar mis cosas recordando que debía pedir los apuntes de la primera hora, observé a todos apretando los labios. No solía pedir ayuda más que a Yuto y nunca me había gustado pedir cosas a nadie más, o de lo contrario, sabría que debía devolver el favor y de seguro sería en temporada de exámenes. Preferí mejor no pedir nada, negando con la cabeza y terminando de arreglar mis cosas, cuando vi una libreta al frente de mí.
-No asististe a la primera hora ¿Quieres mis apuntes?- y de nuevo ese chico me sorprendió.
-Eh…- dude un poco, pero dado que lo había ayudado ¿No me debía un favor? Podría recriminárselo si me lo pedía en otra ocasión. –Gracias- tomé la libreta sintiendo la vista extraña de todos alrededor.
Al salir, observé como todos se retiraban a sus casas, viendo que Chinen era acompañado por un harem de chicas. Bueno, no tendría que preocuparme por si se metía en problemas, así que empecé a caminar hacia mi casa.
-Valla día de hoy~- susurré, el frío empezaba a sentirse y mi camisa de manga corta no impediría que lo sintiera.- Rayos…- susurré temblando ligeramente.
Esto de ser buena persona y ayudar a otros no te deja nada bueno, ahora tenía frío y no podía dejar de temblar en cada soplido de viento que había. No me gustaba para nada.
Claro, pensar en lo que había sucedido hoy me había dejado por completo olvidado del hecho de que, a la salida, alguien me seguía. Y no me hubiera acordado de no ser porque, justo al doblar la esquina, terminé tirado en el suelo, entre los matorrales.
Parpadee repetidas veces hasta notar que mi acosador estaba sobre mí. Sonreía y se le veía emocionado, en sus ojos se notaba un ligero brillo parecido al de un niño cuando llega navidad y abre sus regalos, descubriendo un sinfín de obsequios esperados. Esa mirada me abrumaba.
-Al fin apareces… Te extrañé- y luego de pronunciar eso, se me lanzó a los besos, mordiscos y caricias que a mí me hacían patalear, negar, asfixiar y de más.
-mmh~ ¡ya~~!- dije tomando aire, girando mi cuerpo e intentando escapar de sus garras.
-¿Ya~~?- sonrió, se me acercó al cuello y lo mordió. Aunque ligero, eso provocó que diera un suave grito que él aprovechó para meter su dedo dentro de mi boca mientras halaba mi cabeza hacia atrás –Nos veremos mañana~ - susurró y me dio una lamida que me hizo estremecer.
Al menos me enorgullezco de haberle mordido el dedo por eso… ¡No! ¡Claro que no! ¡No me enorgullezco de nada! Sólo me levanté y salí corriendo ya sin sentir el frío. Estaba más que molesto y frustrado por mi situación y lo peor de todo ¡No le podía decir a nadie! Debía de resolverlo yo, sea como sea, ¡ESE CHICO NO ME VOLVERÁ A TOCAR NI BESAR! ¡JAMÁÁÁÁS!


CONTINUARÁ

Comentarios

  1. sxdbsildcbuailvf
    ¿Con que no eh?
    Amé el capi. *w* Daiki me encanta, en serio >..<
    "-mmh~ ¡ya~~!- dije tomando aire, girando mi cuerpo e intentando escapar de sus garras.
    -¿Ya~~?- sonrió, se me acercó al cuello y lo mordió. Aunque ligero, eso provocó que diera un suave grito que él aprovechó para meter su dedo dentro de mi boca mientras halaba mi cabeza hacia atrás –Nos veremos mañana~ - susurró y me dio una lamida que me hizo estremecer."
    Morí en verdad >..<

    ResponderEliminar
  2. Cada vez más interesante! *w*
    Me encanta ese Daiki demandante, aunque llega a lo obsesivo xDD Pero su personalidad me encanta *3*
    Me intriga saber el por qué Daiki comenzó a acosar a Yamada... aunque aún es el principio XD (<-- soy una impaciente xD)
    ¡ESPERARÉ LA CONTIII~~! *____________________________*

    ResponderEliminar
  3. No recuerdo como llegué, pero comencé a leer y leer, y.... Waaaaah que bueeeno! Está super interesante, el Daiki acosador y pervert me está encantando *_*!!!
    Espero continuación!

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