DARKNESS EYES capítulo 0

Capítulo 0 de la primera temporada del Fanfic más comentado (?)

Woohoo jajaja
Una disculpa, pero el inicio es importante. Siempre debe haber una explicación inicial para todos los acontecimientos posteriores, ¿O no?
Espero que disfruten de esta lectura así como yo he disfrutado el crearla. (= *)/

CAPÍTULO 0: “El inicio del nuevo mundo”

Este mundo es difícil de describir. Se podría considerar un mundo homólogo, pero a la vez diferente del nuestro. ¿Qué lo hace tan diferente? A continuación, se escribirá su historia.

Antes de si quiera existir el ser humano, existían solo dos seres inteligentes que dominaban cada parte del planeta. Seres creados y desarrollados a partir de una particularidad única del universo: La luz y la oscuridad.

Los seres pensantes de luz, disponían de un espacio entre la atmosfera y la mitad de la tierra, formando montículos tan altos como sus bases les permitieran para poder descansar. Los seres pensantes de oscuridad, disponían de las entrañas del mundo y de una pequeña porción de tierra, cavernas tan profundas como pudieran imaginar. La otra mitad de las tierras superficiales quedaron sin dueño, y ambos seres decidieron compartir aquello entonces.  Sin embargo, algo no estaba bien. Algo faltaba. Los seres de luz y de oscuridad vagaban por las tierras sin saber qué hacer. ¿Para que habían llegado ahí? Nadie lo sabía.

Los seres de luz eran pequeños manchones blancos, amorfos, que se movían sobre la atmósfera y la tierra, mientras que los seres de oscuridad, eran más bien masas condensadas esféricas de materia negra que se desplazaban por el interior del planeta y la superficie de la tierra. Vagaban sin ningún motivo, y así estuvieron durante bastante tiempo.

Fue un choque entre dos de estos seres lo que comenzó todo. Un pequeño roce que les hizo acercarse para conocerse, sentir las diferencias y asombrarse de lo que iban descubriendo.

Ambos seres rozaban y chocaban sus cuerpos con diversión, jugueteando en un pequeño baile mientras atraían la atención de los otros.

Su pequeña danza, produjo no solamente curiosidad y deseos de imitarles, sino algo sumamente importante: Una nueva reacción.

Una pequeña chispa fue suficiente para que se sorprendieran y se asustaran, pero incluso así, la curiosidad pudo más con su lógica, intentando volver a crear la misma reacción. Y lo lograron. Una pequeña y diminuta chispa que les hizo sentir que habían descubierto su propósito.

Los roces y las reacciones que provocaban entre sí, creaban algo nuevo siempre. Energía fluía y se sentían inquietos por saber qué clase de cosas podrían crear a partir de ello. Y fue así que todo comenzó a aparecer.

Lo primero fue el elemento del fuego, el elemento del agua, el elemento de la tierra como la conocemos y el elemento del viento. Lo siguiente fueron los subelementos creados a partir de los ya mencionados: rayo, hielo, lava, lodo, etc. A su vez, estos condujeron a crear lo natural, la vida, las especies animales y vegetales. Criaturas que comenzaron a poblar tanto al viento, al agua, al aire y al fuego.

Las criaturas de luz y oscuridad se sintieron dichosos, emocionados, felices de ver lo que habían creado a partir de su conexión. Y bastante tiempo tuvieron para disfrutarlo, pero algo con lo que ellos no contaban, se interpuso en su felicidad.

Las criaturas no solamente habían poblado el mundo, sino que también comenzaban a dividirlo en función a su egoísmo. Así, los primeros que evolucionaron fueron los humanos, los vampiros, los lycans, los ángeles y los dragones. Seres que disponían de un razonamiento lógico, pero no así de un entendimiento mutuo. Pese a ser creados por ellos, los seres de luz y oscuridad no pudieron comunicarse con ellos, y no pudieron evitar las confrontaciones posteriores que éstos tuvieron por el territorio a gobernar.

Los seres entonces decidieron construir algo que pudiera detenerlos. Algo que los unificara en uno solo. Un ser capaz de demostrarles lo magníficos que podrían llegar a ser si uniesen sus virtudes, creando así a “Bashkim”, la unión de todo.

Bashkim, era una criatura creada a partir de los cuatro elementos principales, insertándose dentro de él, las dos primeras entidades que crearon el mundo. Contaba entonces con 6 elementos principales disponibles, teniendo una capacidad única de aprender por la increíble curiosidad con la cual contaba y de poder controlar cualquier cosa que deseara a partir de la nada. Sin embargo, su apariencia no era exactamente estética, pues había sido formado también a partir de huesos de diferentes animales ya existentes, dejando su cuerpo demasiado deformado. Pero la belleza no era algo lógico para los seres, pues ellos amaban todo lo que creaban, se enorgullecían de ello y lo dejaban libre para poder convivir en aquel pequeño pero precioso mundo.

Bashkim estaba listo para salir y presentarse a los demás. Sin embargo, su aura increíblemente poderosa solo hizo que los demás lo considerasen peligroso. Un ser increíblemente nefasto, que solo había ido para exterminarlos.

Las explicaciones no fueron necesarias, pues ellos ya habían tomado una decisión. Aquello, esa cosa, tenía que ser exterminada antes de que pudiese acabar con ellos.

La batalla no se hizo de esperar. Las criaturas mágicas usaron todo lo que tenían en esos momentos para intentar exterminarlo, y Bashkim solo podía defenderse. Los ataques constantes, el gasto de energía, la furia con la cual deseaban desaparecerlo, hicieron que Bashkim se lamentara, que odiara su existencia y que deseara desaparecer.

Tras un último intento por volver al lugar en el cual había sido creado, Bashkim tuvo que contraatacar, acabando no solamente con la raza de los dragones, sino condenando a que su existencia realmente fuese considerada una amenaza al fin.

Bashkim no tuvo más alternativa, no iba a poder llegar con sus creadores, y pese a todo, había provocado la extinción de una raza entera. ¿Acaso sus creadores no lo verían peligroso también? El temor y el no saber a dónde escapar lo condenaron, sintiéndose indefenso y solitario. En ese momento fue alcanzado, y condenado a su muerte.

Tras un ataque masivo, la luz y la oscuridad se fusionaron en un momento y… Bashkim finalmente murió, dejando nulo rastro de su existencia en la faz de la tierra.

Sin embargo, aquel ataque unificado trajo consigo la consecuencia más grave del mundo: La luz había desaparecido, y la oscuridad había envuelto a ese mundo.

Sombras eternas condenadas por ese único ser.

La única fuente de luz existente que les quedó como recuerdo, fue el astro rey que tenuemente atravesaba las tinieblas, el sol. Una luz blanca, que iluminaba con una estela ciertas partes de la tierra en algunos pocos instantes. Un haz de luz apenas apreciable, pero lo suficiente para asemejar la luz de la luna llena en nuestro mundo.

Aquel día quedó marcado como “El Reinicio”, y aquel ser que no poseía un nombre para los sobrevivientes, fue llamado “Demonio”.

Los vampiros fueron quienes más rápidamente pudieron adaptarse a ese cambio brusco, pues su magia y energía eran otorgadas por el dominio de la oscuridad. Y quienes más tardaron en adaptarse, fueron los ángeles, seres con magia y energía otorgadas por la luz y el viento. Los lycans o licántropos y los humanos tenían propiedades mágicas de tierra, por lo que su adaptación no fue tan lenta, sin embargo, ninguno de ellos consideró el gran daño que haría perder a los poseedores de la magia del fuego, los dragones, pues ahora la energía acumulada estaba comenzando a disminuir, enfriando poco a poco el planeta.

Si no fuese por los humanos, quienes encontraron y descifraron la forma de convertir la magia de fuego en energía, el mundo ahora sería un lugar frío y sin posibilidad de vida.

Pese a todos los esfuerzos, solo pocas regiones gozaban de buenos lugares para subsistir, por lo que las criaturas dominantes por naturaleza fueron los vampiros. La falta de luz no les afectaba y el calor tampoco modificaba grandes rasgos en sus cuerpos. Siendo de naturaleza fría, su tez pálida y ojos carmesí tan brillantes y fluorescentes que eran visibles incluso en las tinieblas. Fue debido a esto que incluso su alimentación evolucionó, pasando de comer frutos y hierbas, a solo alimentarse de sangre y carne para obtener la energía que estas contenían. Sus colmillos crecieron y se transformaron en conductos para obtener la energía a partir de la sangre, logrando modificar su forma a conveniencia para evitar escapes de magia por ellos. Por esta y muchas más razones, tomaron el control del nuevo mundo, creyéndose los reyes todopoderosos, subestimando a las demás criaturas en cuanto a capacidades, poder, adaptabilidad y resistencia.

Sin embargo, no contaban con el hecho de que poco tiempo después, comenzarían a toparse con nuevas criaturas nacidas y evolucionadas a partir del reinicio. Criaturas cuya fuerza era desmedida y, con una característica única compartida con aquel ser que tanto los atemorizó en el pasado: Ojos platinados. Aquellos ojos con brillo celeste que había poseído el primer demonio, el origen del caos.

Estas criaturas eran por demás débiles, pero aun así tenían la capacidad de aprender a una velocidad increíble, también tenían la habilidad de dominar cualquier tipo de magia, siendo reconocidos 4 de ellos en un inicio: Todos compartían similitudes con los humanos, dos de ellos sin embargo también poseían partes de lagartos. Uno poseía alas similares a los ángeles y finalmente, el último de ellos, poseía la apariencia única de los vampiros. Dos hombres y dos mujeres. Fueron conocidos como los primeros demonios o demonios puros, considerados hijos del reinicio, y cazados sin mucho éxito pues, así como aparecieron, así desaparecieron de la vista de todos. Nadie sabía dónde se ocultaban, ni tampoco cómo es que sobrevivían.

Pero estos primeros encuentros fueron los que anunciaron el inicio de la era demoniaca.

La era en la cual nacieron un gran número de demonios en todas las razas, siendo perseguidos para asesinar a sus progenitores y a los bebés, evitando así el retorno de un nuevo reinicio, y condenando así al holocausto.

Todo bajo las estrictas órdenes de los ahora líderes de todas las razas, los vampiros.

Varios fueron los años que esta masacre y esta cacería se llevó a cabo, terminando por cesar en el reinado de Lord Vladimir. Un vampiro digno de gran respeto, de gran sabiduría y, sobre todo, de gran prestigio de sangre. Padre de las 4 ramas principales de líderes en el reino de los vampiros y quien decretó que todo demonio nacido en su reinado, debía ser puesto bajo vigilancia estricta antes de ser condenado a la muerte. Sus familiares serían juzgados por el alto concejo, un grupo de máximos líderes formados por todas las razas gracias a la influencia que tenía Vladimir en los demás. Una vez juzgados, se daría un veredicto y se despojaría al demonio de los familiares para proceder a corroborar su inofensiva esencia.

Muchos vieron este gesto como un gran acto de benevolencia, como lo que haría un rey justo, pero pocos sabían la verdad detrás de esta decisión.

Los demonios pasaron a ser confinados en un “internado”. Un lugar justo para seres de tan peligrosa magia. En este lugar, no solamente se les enseñaría a controlar sus habilidades, sino que se les enseñaría a proteger y cuidar a todos los seres por igual. Un lugar de fantasía que prometía hacer a los demonios los aliados del mundo.

Pero, ¿Será verdad todo lo que se ha prometido hasta ahora?

CONTINUARÁ.