Ir al contenido principal

Porque lo amo, lo hago

Título: Por que lo amo, lo hago
Género: Slash, comedia, romance, escolar.
Personajes: Hey! Say! JUMP
Extensión: Serial
Autor: Kyori (= *)/
Para: Kira (¬¬ ya era hora orz)
Y TODO COMIENZA POR UN “POR FAVOR” (parte 1)
5:00 am-
-//No puedo dormir… Dime una historia bonita//- Pedía con entusiasmo el chico al otro lado del teléfono a quien adormilado había contestado.
-mmm~ Son las 5 de la mañana... Tengo examen en 4 horas-
-// Pero… Yo quiero oírte… Me gustan tus historias//-
Suspiró profundo ante la petición que no podía negar, más cuando había escuchado una voz de reproche y decepción.
-Está bien~ Pero solo una y te duermes… ¿Si?-
-//¡¡Sí!!//-
-Comencemos entonces…- Levantó el torso acomodándose sobre el respaldo de la cama, esponjando unas almohadas pues sabía que la noche sería larga… -Si no mal recuerdo, la vez pasada nos habíamos quedado en…-
Y así, durante todo ese tiempo planeaba entretener hasta que pudiese dormir el pequeño al otro lado del teléfono. Así era siempre… Desde que se han encontrado y han estado juntos, han sido los mejores amigos de todo. No pueden estar separados por mucho tiempo y se han apoyado infinidad de veces. Pero, algo ha cambiado en uno de ellos… Si bien antes representaba lo más importante en su vida, ahora pasa desapercibida su existencia.
-------
Un ruidito molesto ha comenzado a timbrar sobre mi cabeza. Apenas y remuevo mi cuerpo escasos centímetros con la intensión de lograr que ese sonidito infernal termine pero, mi mano pesada no logra alcanzar su objetivo tan eficazmente como pensaba.
Apenas rozo la parte delantera de ese aparato, alguien más lo ha detenido por mí.
-¿No piensas levantarte aún? Ya es tarde para tus clases…-
Alzo la vista encontrando la imagen más extraña jamás contemplada en mi mente. A mi novia ya uniformada con cara de pocos amigos.
-Ryosuke… O te levantas o te levantas… -bufa chistoso inflando sus mejillas- Llegaremos tarde si no te apresuras a vestirte… Tu ropa ya está hecha y el desayuno lo he preparado con anterioridad, se enfriará-
-mmm~- respondo cerrando los ojos pesadamente, dejando colgar mi brazo a un lado de la cama.
-¡Ryosuke! ¡No me ignores y ya levántate!- gritó más fuerte turbando mi tranquilidad.

9:00 am
Mis manos ágilmente terminaban de preparar aquel desayuno tan suculento que ansiaba probar. Eran de las pocas veces que podía comer panqueques con bastante jarabe de maple. Mi boca ansiaba sentir en líquido derretirse en mi boca, inundando mis papilas gustativas y activando cada poro de placer en mi cuerpo.
-Exageras… No te emociones con tan poco.- Oí una voz por detrás de mí, haciendo girar de inercia ante un susto instantáneo.
-¡Daiki!- casi se me cae el panqueque de la impresión.
Se encontraba justamente a mis espaldas, recargado en el marco de su puerta con sus brazos cruzados y sus tobillos ligeramente sobrepuestos.
-Valla… cuando vengas al menos avisa, recuerda que es mi casa- refunfuñó inflando sus mejillas y negando con la cabeza.
-Lo siento… es que me han turbado el sueño de nuevo- volví la vista a mi trabajo, apartando el panqueque y vertiendo más mescla para hacer otro.
-¿Tu novia?- se acercó caminado suave hasta donde me encontraba.
No llevaba zapatos, sus pijamas consistían en un pants gris recto y una camiseta blanca. Así acostumbraba dormir, justificando que es más cómodo.
-Sí, ella de nuevo- terminé de hacer el desayuno, dirigiéndome a la mesa ya preparada y viendo como Daiki paseaba con travesura su mano por encima de las cosas, como si buscara algo en específico.
-¿De qué son?-
-De harina, huevo y leche…-
-Muy gracioso… ¿No es de ningún sabor en específico?-
-De vainilla, según la cajita… -sonreí de nuevo ante las respuestas que le daba. Normalmente me gusta molestar a Daiki con este tipo de cosas. Verlo hacer esa carita de incrédulo ante mis respuestas me causa gracia y me alegra el día que me han amargado.
-No cambias- suspiró profundo, sentándose y agarrando uno para empaparlo de leche condensada y meterlo casi por completo a su boca.
-No seas asqueroso…. -Reí – Y sí, sigo siendo el mismo.- comencé a comer con él.
Desde pequeños, Daiki ha estado para mí en todo aspecto. Es mi mejor amigo en todo el mundo, además de ser la persona con quien más tiempo tengo de conocer.
Coincidimos y nos acoplamos en actitudes aunque no en pensamiento, sin embargo, el lazo que nos une va más allá de una simple amistad, es más fuerte que eso. Es un lazo fraternal que nos une como familia.
Tanto él como yo hemos convivido situaciones difíciles y complicadas pero solemos apoyarnos. Siempre he visto a Daiki como mi hermano mayor y eso nunca cambiará.
-Pero yo no…- oí apenas el susurro que pronunció. ¿A qué se refería con eso? Lo observé detenidamente mientras se chupaba los dedos y centraba su vista en mí.
-¿Has cambiado? Yo te veo igual…- sonreí divertido, creyendo que podría molestarlo más pero no me esperaba que reaccionara de esa manera.
Azotó con fuerza sus manos sobre la mesa. En un impulso se encontró a escasos centímetros de mi rostro. Sentí su aliento susurrar sobre mi piel, mi boca para ser más específico. Me estaba viendo tan fijamente con sus ojos tono caoba… ¿Caoba? Apenas me había dado cuenta que no conocía el color exacto de los ojos de Daiki.
-Ryosuke…- Pronunció mi nombre.
Aún no salía del shock, sin embargo pude notar cómo Daiki se seguía acercando. ¿Me intentaba intimidar? No, imposible. Aunque lo intentara, era la primera vez que lo veía tan serio, me estaba asustando.
Sus cabellos ya rozaban mi frente, y un sonrojo evidente hacía acto de presencia en nuestros rostros. ¿Qué? No era cierto… ¡Me sonrojé! ¿Cómo puede ser? Ni mi novia lograba sonrojarme de tal manera cuando me besaba. Mi cabeza no pensaba nada, estaba en cero y fue cuando sucedió.
-¡Pack!- susurró tocando mis labios y apartándose con rapidez. - ¡Ha! ¡Caíste¡- rió dejándome con los ojos abiertos, el sonrojo en mis mejillas y mi ceño frunciéndose lentamente ante tal broma pesada que me había hecho.
-¡IDIOTA!- grité rabiado, girándome para recoger mi plato, aventarlo al fregadero e irme lo antes posible de ese lugar.
-No te enojes Ryosuke~ No sé porque actúas así…- me seguía de cerca, intentando contentarme –Tú siempre me haces bromas, ¡Era mi venganza!- abogó.
-No me importa… Me largo…-
-¡No! Espera…- me detuvo antes de que pudiera abrir la puerta. –Ya lo siento… No lo iba a hacer de verdad… Lo siento… Es solo que, yo…-
-No me interesa… ¡No me interesa! –me solté de su agarre pretendiendo irme, pero nuevamente me sostuvo de la mano, haciendo que lo viera de frente.
-Ryosuke… Lo siento… No era mi intención, no lo volveré a hacer…-
-No me enojé porque lo hicieras… ¡Si no porque no lo hicieras!- Grité.
Así es, en un desdén de enojo por haberme ilusionado. Desde hace tiempo que me siento atraído a Daiki. Lo amo… lo amo… ¡LO AMO! Y no puedo negarlo… Desearía que se diera cuenta de mis sentimientos. Desearía que me viera como a una potencial pareja pero… sé que no lo hará… Y eso es porque no le intereso de esa manera… Siempre me lo ha dejado claro pues, es normal que sea él quien me consiga pareja. Por idiota acepto salir con cualquier chica con tal de que esté contento… ¿Cuándo se dará cuenta? Daiki… Daiki… Mi corazón te anhela… Mi corazón….
……………… “Alguien entra a la habitación mientras el escritor estaba concentrado. Sin darse cuenta, éste se acerca por detrás de su espalda observando lo que sus veloces manos teclean en su laptop”……………………………………………………………………………………

-¿A quién anhelas Daiki?- Aquella voz resonó muy, MUY cerca de mi oído.
-¡AH! – Grité con fuerza cerrando mi portátil de golpe.- ¡NO ME ESPANTES!-
-Tranquilo… No era mi intención.- se apartó suspirando.
-Ryosuke… ¿No te he dicho que toques la puerta antes de entrar? Puedo estar haciendo… cosas importantes…- desvié la mirada abrazando mi laptop.
-Ya lo veo… Ah~ Daiki, Daiki, Daiki… ¿Por qué no simplemente le dices a la persona que te gusta lo que sientes? No ha de ser complicado…- sorbió de su jugo en caja que traía.
-Lo haré… Algún día… -sonreí dolido.
Yamada Ryosuke. La persona que está tatuada en mi corazón desde que una mañana desperté sin razón aparente con ganas de verlo. Ese día, marcado en el calendario como “14 de febrero” Día de los enamorados, la amistad y cuanta cosa pueden anunciar los comerciales, fue el día en el cual pude ver lo frágil y delicado que puede llegar a ser ese chico.
Tras haber esperado con ansias los chocolates de su chica amada, no tuvo ni poca de suerte en al menos ser partícipe de la celebración. Nadie le regaló chocolates en ese día, cosa extraña pues es un chico bastante popular. Sea cual sea la razón, llegó devastado a mi departamento.
Todo el día se la pasó acostado, sin pronuncias palabra alguna ni reaccionar a la más mínima palabra que le dijera.
No me gustó verlo en ese estado, por eso, tomando en manos mis ahorros ganados en la semana, salí en busca de algo que lo animara. Caminé presuroso por la ciudad hasta poder hallar algo que me sirviera, pero la suerte no estaba de mi lado…
Sin embargo, luego de una caminata exhaustiva, al fin pude encontrar algo que le subiera el animo.
-¡Esto le gustará!- grité emocionado.
A Ryosuke le gustan las cajitas misteriosas. Dice que no puede saber que contiene y eso es lo emocionante. Por ello, impulsado por mi mente, le compré la que tuviese los colores más vivos y vistosos que no tuvieran nada que ver con el día que era, de enamorados.
Corrí hasta quedar sin aliento de regreso, entré y fue cuando lo vi parado en la entrada. Sus ojos estaban hinchados, estaba sentado viendo fijamente hacia la puerta y su cabello alborotado me decía que estaba inquieto.
-¿Ryosuke?-
En cuanto le hablé, pareció haber salido de un trance profundo. Sus ojos se abrieron y descontroladamente se me avalanzó, haciendo que retrocediera un paso a la entrada. Su agarre fue extraño: temblaba y sollozaba en mi hombro, era la primera vez que lo veía así.

-No me vuelvas a dejar solo… No hoy…- susurró haciendo que sintiera que debía protegerlo de algo… ¿De qué? No lo sé….

Comentarios

  1. .________________________________.
    Waaaaaaaaaaaaaaaa
    ¿Por qué estaba así mi Ryo-chan?
    Qué linda escena... kjnkdlcabhflisdbvli
    Que bonito detalle de Dai-chan llevarle esa cajita.
    Pobre de mi Daiki... Ryosuke no lo quiere ;A;

    ResponderEliminar
  2. Ne ne~ ¿no tienes pensando hacer conti? Estaría bastante bien que la hubiese!! >_<
    Madre mia, lo último ha estado genial!! Esa dependencia que tiene Yamada de Daiki... *3*
    Daiki es como nosotras, escribiendo lo que le gustaria que pasase con el Ariyama xddd
    ¡Me encantooo! *3*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A que siiii que es seriaaaall!!!! Perdón por la ignorancia u_u
      Entonces mejor *3*
      Esperare la conti!

      Eliminar
  3. quiero conti~ :3 ..
    lo leí en el trabajo y me gusto~
    onegaishimasu!! -se reverencia-
    por favor piénsalo ^^//

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ai no hana cap 15

Valla, ahora estoy más que feliz, mi hermano y yo nos convertimos en amantes, finalmente, estoy... bien... -“Vamos Ryusei, aun queda un poco del festival...” -n////n “Si ¡!” (Al levantarse se dirigen a la parte de enfrente de la escuela) -“Oh...” -“¿Qué sucede Ryusei?” -“mmm... AHHH~~~ EITA ¡¡¡¡!!!!” -O.o -“EITA ES MI AMIGO Y SE ESTABA PELEANDO CON CAÍN ¡¡!!   LO DEJÉ SOLO” TT-TT

This day and never again

Siento que no me he apresurado mucho... Lo siento! -hace repetidas reverencias- y ahora vuelvo, a un mes de haber desaparecido con una historia nueva que no es la que esperaban ;A;! de verdad lo siento! Pero, espero la disfruten .... -deja la historia por acá- ya me apuro, ya me apuro ;A;

In the dark

CAPÍTULO 1: “ENCUENTROS FORTUITOS” (2 parte) Eran ya las pasadas 3 de la mañana, el pequeño vampiro no conseguía conciliar el sueño, esto no solía pasarle seguido, no era normal que no pudiese dormir a tales horas de la noche. Sabía que algo no concordaba, el lugar estaba bastante silencioso, ni siquiera sus compañeros de habitación hacían el menor ruido... algo no cuadraba... Se levantó para intentar despejarse un poco. Con suma paciencia, se dirigió a la ventana, sintiendo sus pasos ligeros, como si flotase en una especie de nube invisible y trasparente, la noche se tornaba entonces aun más rara. Llegó hasta donde la pequeña ventana dejaba pasar los rayos azulados de la luna de verano, abriéndola con suma delicadeza para hacer el menor ruido posible, y una vez abierta, apoyarse sobre el marco de ésta, relajándose, acomodando su cabeza sobre sus brazos ya cruzados, viendo el vasto bosque que se extendía dentro del internado, siendo interrumpida su visión al ver movilización e