Sé que debería estar haciendo tarea pero... Ya lo tenía hecho y solo faltaba agregarle un poco... Ayer me hizo recordar mi nee que le debía esto. Así que... si me esperan, intentaré actualizar pronto pues ya me atrasé con lo que una vez prometí...
Intentaré actualizar lo más pronto posible ^^! Sean pacientes si?
Bueno... la deuda es deuda! Les dejo la primera parte!! *A* disfruten leyendo como yo lo hago al escribir (?)
Nombre: Lucky
Género: Slash, comedia, vida diaria, drama, romance
Personajes: Hey! Say! JUMP -Y puede que meta a uno que otro personaje conocido... por ejemplo, el AKAME xD-
Extensión: Serial
Capitulo: 1
Autor: Kyori desu (= *)7
Síntesis: Takaki Yuya es uno de los más ricos jóvenes contemporáneos. Tiene una empresa propia además de ser hijo de uno de los ejecutivos más famosos de Japón. Un día platicando con su fiel sirviente Daiki, se le ocurre la loca idea de poner un anuncio para buscar “mascota”. Al principio lo ve simplemente como un juego o un experimento, pero conforme pasan los días su deseo de conseguir una “mascota” van creciendo al grado de esperar en el teléfono horas enteras por alguna llamada sobre el anuncio.
Intentaré actualizar lo más pronto posible ^^! Sean pacientes si?
Bueno... la deuda es deuda! Les dejo la primera parte!! *A* disfruten leyendo como yo lo hago al escribir (?)
Nombre: Lucky
Género: Slash, comedia, vida diaria, drama, romance
Personajes: Hey! Say! JUMP -Y puede que meta a uno que otro personaje conocido... por ejemplo, el AKAME xD-
Extensión: Serial
Capitulo: 1
Autor: Kyori desu (= *)7
Síntesis: Takaki Yuya es uno de los más ricos jóvenes contemporáneos. Tiene una empresa propia además de ser hijo de uno de los ejecutivos más famosos de Japón. Un día platicando con su fiel sirviente Daiki, se le ocurre la loca idea de poner un anuncio para buscar “mascota”. Al principio lo ve simplemente como un juego o un experimento, pero conforme pasan los días su deseo de conseguir una “mascota” van creciendo al grado de esperar en el teléfono horas enteras por alguna llamada sobre el anuncio.
Tras varios meses de espera infructuosa, al fin es sorprendido una
mañana por un joven de linda apariencia, buen porte, rasgos finos y voz
quisquillosa. Su nombre es Inoo Kei, que al estar harto de su vida decide hacer
algo bueno con ella, encontrando el anuncio y escapando de casa para poder ir
en búsqueda de ese tonto que ha colocado un anuncio tan estúpido –según él-
llevado por la curiosidad hasta la casa de Takaki.
Al principio las cosas no
parecen ir sobre ruedas, pero conforme avanzan los días y tras varios sucesos
inesperados, la relación de Takaki e Inoo se irá poco a poco reforzando,
sintiendo la necesidad de permanecer unidos el uno del otro... ¿Qué sucederá?
HUIR, ES EL PRIMER
PASO
Iba caminando sin rumbo fijo sobre una acera deshabitada. Hace
días que me encontraba reflexionando sobre mi patética vida. Odiaba todo
aquello que se relacionaba con mi padre y mi familia, en aquella casa en la
cual ya estaba más que harto de vivir.
He estado considerando mudarme ya. Un chico de Universidad no debe
vivir con sus padres, o al menos esa es mi excusa.
He hablado con mi madre sobre el asunto y a ella parece molestarle
la idea. Es normal que sienta pánico de la sola idea sobre cómo podrá
reaccionar mi padre, cosa que me tiene sin cuidado.
Aquellas calles desoladas hacen convencerme que necesito cambiar
mi vida, necesito paz y tranquilidad en ella. Ahora lo único que me falta es
una buena oportunidad para salir corriendo a la libertad que tanto quiero.
Me detuve cerca de una parada. Lo único que podía apartar de mí
esta sensación de represión que oprimía mi pecho era un trago amargo.
Mis pensamientos se basaban en solamente eso, estando parado
esperando el autobús que me dejaría más cerca de casa.
El viento soplaba con gran fuerza que hacía encogerme dentro de mi
gabardina mientras las puntas de mi bufanda de colores eran movidas con
brusquedad. Mis cabellos cosquillaban mi frente. Un soplo de vapor nubló mis
lentes, siendo expirado por mi boca. De verdad, ese otoño sería totalmente
frío, un mal augurio para lo que deseaba hacer.
Sobre mi cabeza, pegado a un poste, podía oír con claridad el
mover de una hoja de papel que seguramente estaba luchando por seguir adherida
a la pintura verde que ya estaba siendo despegada y deslavada, seguro, por la lluvia.
Nunca antes había puesto atención a los anuncios ahí colocados, sin embargo,
algo en ello llamó mi curiosidad.
“¿Qué hace un anuncio pegado en el lugar menos transitado de esta
basta cuidad?”. Alce un poco el rostro consternado, esperando ver un anuncio
típico sobre carros, lugares o invitaciones a eventos públicos. Más no fue así.
Mientras el papel se movía, logré alcanzar a leer un poco sobre
una búsqueda. No era nada interesante buscar a alguien o algo, “tal vez una
mascota perdida por el vecindario” pensé. Pero esos pensamientos se esfumaron
cuando al fin pude leer el anuncio completo.
-Se busca mascota...- mi menté intentó asimilarlo por segundos-
¡¿Mascota!?- pronuncié sorprendido.
Es decir, si una persona busca mascota, lo más probable es que se
dirija a un refugio para animales o a una veterinaria, una tienda de mascotas e
incluso puede haber hecho el pedido por internet en una de esas páginas que
tanta promoción hace pero ¿Buscar una mascota por un anuncio? ¡Qué clase de
loco pone eso! “Tal vez sea de broma” pensé, y de nuevo caí en un error.
Al apoyarme sobre la punta de mis pies, agarrando con fuerza el
poste para no perder el equilibrio, logré atrapar aquel papel que casi se
perdía volando con el viento, sintiendo que la fuerza con la que soplaba me lo
arrebataba de la mano. Así pues, una vez tomado el anuncio, me senté en el
banco de espera de una típica parada de autobús, en donde un techo pequeño
bloqueaba la lluvia o los rayos de sol y una especie de “pared” lateral
bloqueaba el viento del otoño, al menos un poco.
Al leerlo, mis ojos se abrieron de par en par “¡LOCO!” es lo que
pensé. El papel decía:
Se
busca mascota
De
preferencia que ya esté vacunado. No necesito que contagie de alguna enfermedad
mi casa. También que sea educado, no pretendo llevar a refinar al individuo.
Si
gusta de hacer quehaceres del hogar, mejor para mí. Pero advierto que ya hay
alguien encargado así que con que recoja su lugar de estancia me conformo.
Las
características son las siguientes: Callado, reservado, de buen porte, gran
apetito, suave cabellera, rasgos finos y delicados y si no es mucho pedir que
sepa hacer varias cosas para entretenerme.
A
los interesados se les evaluará, y si son poseedores del buen criterio, se les
permitirá quedarse. Ofrezco: Cama, vestido, comida, juguetes y todo lo que a
necesidades básicas se refiere.
Para
más información comunicarse con:
Takaki
Yuya (3737-4728392)
Observé el anuncio pocos instantes.
“¡ÉSTE TIPO BUSCA SIRVIENTE!” suspiré. No puedo creer que existan personas así
en el mundo, pero lamentablemente no son los más idiotas. Quién responda el
anuncio será el más idiota del mundo.
-No hay futuro para la humanidad-
susurré sintiendo una fuerte oleada de frío golpear con dureza mi cara. Y al
fin entendí el porqué. El autobús ya había llegado.
Tomé rápidamente mis cosas antes de que
me dejara. Transbordé y dejé atrás aquel sitio en donde pude respirar tranquilamente
por escasos momentos, sin saber que, indiscutiblemente, ese lugar sería el
comienzo de mi nueva vida.
-------------------- ESE MISMO DÍA EN
LA NOCHE ----------------------------
Luego de terminada la cena, ayudaba a
mi madre a lavar los pocos trastes que faltaban para terminar con el quehacer e
ir a descansar.
-No me gusta la idea- rompió el
silencio apenas con esas palabras.
-Ya lo he decidido…- respondí sereno
ante su palabrería.
-¡No Kei! ¿No lo entiendes? ¡Tu padre
no lo permitirá! ¿Qué harás viviendo lejos de casa en un sitio solo? No quiero
ni pensar en los peligros que puedan aquejarte-
Lo sabía. No estaba preocupada en lo
más mínimo de mí. Lo que le preocupaba era la opinión del que me obligaba a
llamar “padre”. Aunque disfrazara sus palabras, en el fondo tenía miedo de su
reacción pero, ahora ya no me importaba eso. Yo quería largarme cuanto antes de
ese lugar. Quería ser libre, hacer lo que más me gustaba y terminar una carrera
profesional pero, a quien quiero engañar. Contando con 18 años de edad,
terminando aún la superior, no podría entrar a una universidad si no era cerca
de casa.
-No quiero discutir de nuevo- dejé los
trastes y me sequé las manos.
-¡Kei! Espera… No te vayas ¡KEI!- me
gritaba pero, no hice caso.
Al llegar a mi habitación, me aseguré
de cerrarla con llave. Me cambié, me puse cómodo y luego de haber terminado los
deberes, me dispuse a leer un rato. Sólo podía distraerme de mis problemas
leyendo, haciendo la tarea o incluso haciendo quehacer en el hogar.
No estaba orgulloso en lo más mínimo de
mi vida, pero esto era lo que me había tocado vivir… ¿Podía cambiarlo? Seguía
pensándolo.
Una vez cansado de leer, escuché como
mi padre entablaba su típica pelea con mi madre, pero esta vez la razón era yo.
No quise seguir escuchando y colocando mis audífonos, me dispuse a descansar en
paz.
No pasó mucho para que me durmiera
plácidamente, sintiendo que mis sueños se condensaban en una sola palabra
“disfrute”. Sin saber qué, más adelante, mi poca tranquilidad estaría
comprometida por lo peor del mundo, o al menos, de mi mundo.
Apenas pasaban las 2 de la mañana. Mi
música aún sonaba suave en mis audífonos perdidos entre mi cabeza y la
almohada, pero podía escucharla a lo lejos. Lo que no pude escuchar, fue a
quien estaba abriendo con sigilo la puerta.
De ella, apareció una figura ya
familiar para mí… Mi padre.
Odiaba cuando entraba a mi habitación,
odiaba cuando caminaba lento para no despertarme, haciendo el menor ruido
posible. Odiaba que me observara dormir y paseara la mirada por sobre todo mi
cuerpo. Y más que eso, odiaba que interrumpiera mi poco tiempo de descanso,
para saciar sus enfermos deseos…
Antes de que me diera cuenta, ya estaba
apresando con fuerza mi cuerpo entre sus manos. Abrí los ojos al sentir
aquellas manos recorrer con desagrado mi cuerpo, levantando de un salto mi
cabeza solo para ver su horrible rostro con ojos ansiosos por “devorarme”. Me
dio asco, náuseas y ganas de gritar a todo pulmón, pero solamente reaccioné para
apartarme y darle un empujón, cayendo sobre mis pies al otro lado de la cama
por el impulso.
-¡Qué rayos haces! ¿Te lo tengo que
repetir? ¡¡NO ENTRES A MI HABITACIÓN!!-
-Kei~ no quieras impedirlo… papá
solamente quiere saber cuánto ha crecido su hijo~- sonrío tan descarado.
No quería, ya me había hartado. No
soportaría ni un minuto más con ese asqueroso lugar.
Cuando al fin logré que se fuera,
retándolo y gritándole pero sin intensiones de despertar a la cuadra, cerré con
llave la puerta.
-No puedo… no quiero seguir así…-
susurré sintiéndome derrotado.
Sus manos tocándome, recorriendo mi
cuerpo… Aún lo recuerdo cuando era niño… Suerte que siempre había una circunstancia
que lograba apartarlo de mí antes de que hiciera algo más… Lo odio… ¡ODIO MI
VIDA!
-¡NO! ¡No me quedaré a soportarlo!- mis
adentros me gritaron haciendo que mi cuerpo temblara. No iba a esperar a que me
tomara como suyo…. ¡YO NO ERA DE NADIE! ¡NADIE PODRÁ DECIR JAMÁS QUE SOY DE SU
PROPIEDAD!
-Ya verá…. No me quedaré más tiempo acá…
No… ¡NO!- tomé mi abrigo pues hacía frío. La noche era fría siendo otoñal.
Poco me importó que saliera a la calle
con pijama, simplemente cuando no pude escuchar ningún sonido que me alertara
de movimientos, corrí sigiloso hasta la puerta trasera. Ahí, bajo la luz tenue
de la luna, decidí irme y nunca volver a ese infierno.
Aunque… Tal vez… La vida que me
esperaba después, sería igual o peor que ésta…
TO BE CONTINUED
Comentarios
Publicar un comentario